Este trimestre hemos estudiado en matemáticas la afinación pitagórica basándonos en contenidos conocidos para alumnos de 2º de la ESO, tales como las operaciones con fracciones, este estudio históricamente fue más complejo, pero eso no impide que se pueda llevar a cavo mediante el uso de las matemáticas propias de la ESO, sólo es necesario eliminar algunos de los tediosos cálculos que debió hacer Pitágoras para darnos cuenta que sustituyendolos por otros más sencillos y con los conocimientos que tenemos actualmente podemos llegar al mismo sitio.
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué son así las teclas de un piano?
El teclado sigue un patrón de 7 teclas blancas entre las que se
intercalan 5 negras: un total de 12 teclas por octava.
Las teclas blancas corresponden a las notas de la escala natural (do,
re, mi, fa, sol, la, si), las teclas negras son las notas alteradas:
do#, mib, fa#, sol#, sib (# se lee sostenido y b se lee bemol). Entre
cada tecla y la siguiente, sea blanca o negra, hay siempre el mismo
intervalo: un semitono (ST), la mitad de un tono (T).
Pero
entonces, ¿por qué no están todas las teclas al mismo nivel?, ¿por
qué algunas notas se consideran “naturales” y otras
“alteradas”?, ¿por qué los tonos y semitonos se distribuyen de
esa manera y no otra en la escala natural (T, T, ST, T, T, T, ST)?,
¿por qué tiene precisamente 7 notas? La respuesta, de nuevo, está
relacionada con Pitágoras.
Toma
una cuerda de 1 metro de longitud, ténsala y hazla vibrar. Verás
que reproduce una nota musical, que será
función, entre otras cosas, de su longitud. Así, cuanto más
larga sea la cuerda, más grave será la nota. Nosotros llamaremos
“Do” a la nota que hemos reproducido con nuestra cuerda de un
metro.
Ahora
coge otra cuerda, y prueba a tocarla a la vez que la primera, pero
variando su longitud. Si lo haces, te darás cuenta de que hay veces
en que las notas producidas por las dos cuerdas suenan mejor (lo que
en música se llama “consonancia”) y otras suenan peor
(“disonancia”).
Viajemos
a esa época y pongámonos en la piel los pitagóricos. Además, para
los pitagóricos los números naturales, y especialmente los cuatro
primeros (que ellos llamaban tetrakis),
tenían un significado muy especial. Te puedes imaginar cuánto les
llamó la atención el resultado del experimento: las tres relaciones
de longitud a las que llegamos incluyen esos cuatro números, y
ninguno más. A estos tres intervalos (1/2,
3/4
y 2/3)
les llamaron diapasón,
diatesarón
y diapente respectivamente,
aunque hoy en día los conocemos como octava,
cuarta
y quinta,
Volvamos
a nuestras cuerdas, y vamos a pintar lo que teníamos hasta ahora. A
las dos notas intermedias que nos han salido, en las distancias 4/3 y
3/2 les vamos a llamar “Fa” y “Sol” respectivamente. Además,
para no liarnos, he llamado Do
a la nota que emite la cuerda de 1 metro, y Do’
a aquella emitida por la cuerda con una longitud la
mitad (1/2 m).
Lo
primero que observó Pitágoras es que si la cuerda la dividíamos a
la mitad se obtenía la misma nota pero más aguda, de hecho una
octava más aguda, la vamos a llamar Do’.
Do
(1) : 2 = Do’ (1/2)
A
partir de ahí, la dividiremos y multiplicaremos sucesivamente para
obtener cada nuevo sonido de la escala natural.
La
mayoría de estos sonidos aparecerán en escalas más agudas, pero
para obtener estos sonidos en la escala original no tenemos más que
bajarles una o varias veces de octava, esto es: multiplicar su
longitud por dos.
Todos
los cálculos están hechos a continuación, en negrita aparecen los
sonidos en la escala original, el apóstrofe(s) altos indica(n) que
el sonido es de una escala más aguda.
Do
(1) : 3 = Sol’ (1/3) =>
Sol’ (1/3) x 2 = Sol
(2/3)
Do’
(1/2) :2 = Do’’ (1/4) => Do’’ (1/4) x 3 = Fa
(3/4)
Do’
(1) : 5 = Mi’’ (1/5) => Mi’’ (1/5) x 2 = Mi’ (2/5) =>
Mi’ (2/5) x 2 =Mi (4/5)
Sol (2/3) : 3 = Re’’ (2/9) =>
Re’’ (2/9) x 2 = Re’ (4/9) => Re’ (4/9) x 2 = Re
(8/9)
Re’
(4/9)
: 3 = La’’
(4/27) => La’’
(4/27) x 2 = La’
(8/27)
=> La’
(8/27)
x 2
= La
(16/27)
Podemos
observar que si hacemos 8/9 de Sol
(2/3) obtenemos La
(16/27) si hacemos lo mismo con La
(16/27):
8/9
de La
(16/27)
= Si
(128/243)
Para
comprender esto hay que tener en cuenta que se debieron hacer muchos
cálculos con estos números y los resultados siempre era alguna de
estas fracciones por lo que esto llevó a los pitagóricos a suponer
que no era posible encontrar otras notas musicales que fuesen
consonantes dentro de la misma octava.